martes, 13 de enero de 2009

Ni te cases ni te embarques


Como soy un ser temerario esta mañana me he levantado de la cama de un modo imprudente y he ido a trabajar desafiando a los hados como si fuese un día normal. No os confundáis, no es que yo sea más valiente que el común de los mortales, es que aun no me he comprado un puto calendario y hasta que no he visto el telediario no tenia ni la mas remota idea de que estábamos en tan nefasta fecha. Esto me pasará factura seguro, un simple mortal no puede desafiar a los dioses, ni siquiera por ignorancia, estas cosas se pagan y si no leeros cualquier tragedia griega. Seguramente estoy avocada a la desgracia, no sé si mis calcetines se prenderán en una fatídica combustión espontanea o tal vez la mayonesa con la que he aderezado los filetillos estuviese contaminada con algún tipo de simpático bicho. En fin yo, como un 30% de la población española por estas fechas debería haberme quedado prudentemente agazapada bajo la cama y ya de paso haber encerrado en el wáter a mi gata negra.
El trece ligado a la mala suerte es una creencia muy extendida en occidente, los antropólogos, historiadores y otros buscadores de datos chorras piensan que esta superstición puede tener su origen en la mitología nórdica, donde se narra una ocasión en la que los dioses estaban en el Valhalla dispuestos a celebrar un banquete en plan épico, usando calaveras como jarras, comiendo jabalí servido por hermosas vírgenes y esas cosas que les gustan los grupos heavies que cantan en taparrabos. Cuando se disponían a empezar la zampa, apareció Loki, un dios nórdico tocapelotas donde los haya, muy disgustado por no haber sido invitado (Loki para los nórdicos es el equivalente a ese tío que hay en todos los grupos de amigos, nadie sabe de dónde ha salido, nadie lo llama pero él siempre se las arregla para llegar en el peor momento y joder la marrana)Los dioses no estaban dispuesto a aguantar a semejante aguafiestas y empezaron a discutir entre ellos como buenos dioses vikingos, a hostia limpia. Que unas deidades comiencen a zurrarse es igual que si dos hermanos se ponen a jugar a la lucha libre, al final a alguien se le escapara una hostia mal dada. Y eso precisamente fue lo que ocurrió, en el transcurso de la divina bronca Balder, el favorito de los dioses, cae muerto y como suele ocurrir con estas cosas en casi todas partes (menos en Palestina) la pelea cesa y los dioses se echan a llorar y a lamentarse por esta trágica muerte innecesaria. Y es que los dioses del banquete eran doce hasta la irrupción de Loki. Los escandinavos jamás sentaban a trece comensales en su mesa y extendieron la creencia de que era un número de mal agüero para las celebraciones. Esto se refuerza en época cristina, ya que la en la Ultima Cena también eran trece personas las que estaban sentadas a la mesa, y hay un paralelismo curioso entre Judas/ Loki y Cristo/Balder. Desde entonces este pobre numero esta maldito.
En Italia la lotería del estado omite los números acabados en trece, algunas líneas aéreas internacionales se lo saltan, en EEUU los rascacielos NO tienen planta decimotercera…etc. Aunque para los yankis es un número ambivalente, ya que forma parte de sus símbolos nacionales más antiguos. La famosa águila heráldica tiene sobre su cabeza trece estrellas y su garra derecha sostiene una rama de olivo con trece hojas mientras que en la izquierda lleva trece flechas en recuerdo al numero de colonias con las que iniciaron su existencia como nación.
Por cierto España es el único país de Europa que considera el martes y no el viernes como día de mal fario…el viernes os explico la razón que por hoy ya está bien de tentar a la suerte.

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