jueves, 19 de marzo de 2009

Investiga que algo queda...

Odio las bibliotecas, para una disléxica corta de vista con tendencia congénita al efecto Mr Bean , una biblioteca es una peligrosísima sucesión de pasillos exactamente iguales llenos de libros, precedidos de salas con estanterías llenas de libros, que también son sospechosamente parecidas entre ellas. En dichas salas suele haber mesas llenas de gente agobiada, que amontona ingentes cantidades de papeles manuscritos (o no) delante suya. Gente que espera que guardes silencio. Pedirme que no haga ruido más de treinta minutos, es como pretender que un hooligan se mantenga sobrio con Inglaterra en la final de los mundiales.

Ya en la universidad huía de la biblioteca como de la peste, jamás me quedaba allí a estudiar y si necesitaba algún libro hacía partidas de caza rápidas y furtivas. Sobre todo desde aquella vez que me agaché para atarme un cordón y volqué una estantería. Además, inexplicablemente, los bibliotecarios me odian…Mas cuando alguien lleva tantos proyectos por delante como la que suscribe a veces la visita a la biblioteca es imprescindible e inevitable. Y así fue como una mañana fresquita de Marzo cogí mi autobús y me fui a investigar. Misión: perseguir a los evasivos nockers y a los aun más escurridizos sluaghs.

Os explico; como alguno ya sabréis (y si no lo sabéis pues ya os lo estoy contando) empecé a escribir esta historia inspirándome en algunos de los personajes que usaba en mis partidas de rol de Changeling: The Dreaming, aunque con el tiempo el juego se me fue quedando pequeño y al final mi particular universo tenía muy poco que ver con el Mundo de Tinieblas de la White Wolf, seguía usando las razas del libro: nocker, pookas, boogans, sluaghs y demás, aunque también usaba otros tipo de de hadas de cómo leprechaunts, cluricans, ninfas, dríades, goblins y todo lo que se me ponía a mano. De hecho me puse a fisgar en cualquier libro de mitología/antropología que caía en mis manos y así descubrí que las razas de Changeling no se las había sacado de la manga White Wolf, ni mucho menos, ahí estaba los Aen Sidhe con su corte subterránea, los redcaps es su ruinas con sus macabras costumbres para teñirse la ropa, los boogans…Pero dos de mis razas favoritas se me seguían escapando. Los nockers y los sluaghs. Considerando que no descarto la posibilidad de intentar publicar esto algún día porque, que cojones, de ilusión también se vive, y que en ese caso pues más me vale no usar la propiedad intelectual ajena, me puse a buscar referencias como una loca, sin encontrar nada que me sirviese. Abandoné la busqueda durante un tiempo para atender otros asuntos mucho menos gratificantes hasta que la semana pasada decidí retomar mi epopeya en un drástico todo o nada, o encontraba algo sobre nockers y sluaghs o tendría que cambiarles el nombre. Así que me fui a la biblioteca y después de coger un montón de libros sin armar ruido, ni caerme, me senté en una mesa junto a un montón de agobiados opositores de magisterio dispuesta a sumergirme una piscina de datos faericos , decepción total, no encontré nada. Ni sobre ni sobre nockers, ni sobre sluaghs. Había encontrado cosas para mis otros proyectos pero eso estaba cantado, no era la victoria que buscaba. Y mira por donde llego al hogar y mi amado compañero sentimental me ha comprado un libro que se titula “Diccionario de la hadas” escrito por la Dr Katharine Briggs y publicado por la editorial Alejandría, abro el libro al azar y aparecen los:

KNOCKERS “golpeadores” (me cago en la puta estaba buscando en la letra equivocada)

Espíritus de las minas de Cornualles que ayudan a los mineros a encontrar las vetas de mineral dando golpecitos en ellas. Se sospecha que son los espíritus de los judíos que crucificaron a Jesucristo fueron mandados a estas minas para purgar su pecado trabajando. Las minas que contaban con dichos espíritus se conocían como “casas de judíos” . Estos Knockers suelen ser bondadosos son los mineros, siempre que estos no silben, ni marquen las vetas de mineral con la señal de la cruz, son muy celosos de su intimidad y celebran el Sabbath. Se les describe como hombrecillos pequeños de piel pálida.

En córnico la palabra knocker designa a los goblings.

El texto cuenta muchas cosas pero en definitiva si que existen y están emparentados con los goblins de un modo u otro. En el mundillo de “La Corte de los Espejos” de hecho los nockers son descendientes de los goblins. Para ser más exactos provienen de lo que se conoce como “el éxodo” o “la traición” (depende de en qué bando estés lo llamas de un modo u otro), nombre que designa el momento en el que un grupo de goblins, hartos de vivir bajo tierra y trabajar en las minas y en la herrería salieron a cielo abierto para seguir con sus labor de constructores y herreros a una escala menos limitada, con el tiempo dejaron de ser verdes y sus rasgos se suavizaron, convirtiéndose en nockers.

Ha sido muy divertido descubrir tantos datos de estas hadas…ahora resulta que al final Nicasia comparte conmigo hasta las raíces étnicas.

Sobre los sluaghs también encontré datos aunque no tan extensos

SLUAGHS (o la hueste). Conocidos como “los no perdonados” son las almas de los ángeles, que durante la guerra de Lucifer contra el Cielo no tomaron bando. En castigo por su cobardía vuelan entre el cielo y la tierra en grandes grupos (si, en grandes grupos, los cobardes son algo que siempre abunda en todas partes), lloran y gimen luchado entre ellos. También suelen aparecer en los lugares donde se han cometidos crímenes horribles. Suelen perseguir a los asesinas y a los perjuros, aunque a veces también hostigan a los humanos a cometer actos horribles. Dato curioso: disparan dardos envenenados que causan la muerte inmediata de quien los recibe. (Menos de Dujal a quien salvaron a tiempo).

En fin que pertenece al folclore popular con lo cual puedo usar los nombres como me dé la gana, tal y como estaba haciendo hasta ahora, sin que nadie venga a reclamarme nada.

Y no me hizo falta una biblioteca, tenía los datos en casa.

Por cierto fisgonear en busca de información es algo que siempre da frutos. Sin ir más lejos leyendo entradas antiguas del blog he descubierto que ya llevo escribiendo esta historia desde hace un año. Pero el merito es de los que lleváis desde entonces leyendo…Nunca sabré como agradecéroslo. De verdad muchas gracias por acompañarme durante este viaje.


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Y muchas gracias a Syney por el precioso dibujo que me regaló (enmarcado y todo) y que ya forma parte de mi “muro temático”