sábado, 26 de noviembre de 2011

Motivos para no hacerlo

Está hecho, “La Corte de los Espejos” es un libro acabado y, por fin, empieza su periplo editorial. Ayer le puse broche a tres años de mi vida. No creo que haya en la historia de la literatura una novela que haya sufrido tantos contratiempos en su recta final como esta: ordenadores destrozados, accidentes caseros, debacles personales, plazos de entrega…parece todo quería confabularse contra el final feliz. Pero ahí está. Nadie podrá decir nunca que no he luchado hasta la última palabra. Y compensa, he disfrutado tanto como he sufrido. Me ha servido para trabajar codo con codo con una persona generosa y extraordinaria. Y además he tenido a unos maravillosos amigos dándome ánimos en todo momento.

Si, ha sido toda una experiencia, un enorme esfuerzo y ahora ha terminado. Ayer decidí culminar el esfuerzo imprimiendo una copia del PDF. No podía dejar de sonreír, que gordita es, cuanto trabajo.

Ahora me siento un poco vacía, rara, desocupada. Se me pasará…solo tengo que volver a acostumbrarme a tener tiempo libre, sinceramente, no creo que me cueste demasiado. Tampoco creo que tarde en volver a ponerme a escribir. “La Corte de los Espejos” me ha descubierto una vocación que siempre he tenido pero que nunca había explorado del todo. Me ha cambiado y si ha sido para bien o para mal ya lo averiguaré. No tengo prisa.

Desde luego me ha servido para entrar en contacto con un mundo, el de los escritores, que es muy curioso. Hay muchísima gente que escribe, muchos modos de escribir, muchos géneros y una diferencia brutal entre la imagen idealizada del oficio de escribir y la cruda realidad. Si nos ponemos a analizar descubrimos que casi todo el que se aventura a escribir lo hace movido por los mismos motivos. Y que esos motivos son, en muchos casos, el mejor modo para estamparse de morros con la dura verdad.

Como os quiero y no me gustaría que os llamaseis a engaño os voy a dar una lista de cosas que no deberían motivar a nadie a empezar a escribir:

-Porque quiero publicar: Voy a daros datos ofrecidos por la Federación de Gremios de Editores de España (FGEE) Por supuesto estos datos se refieren solo edición tradicional (libro físico). La autoedición de cualquier tipo no queda reflejada. No conozco demasiado del tema y no me gusta hablar de cosas que no sé.

Solo un 10% de los manuscritos que llegan a editorial se publican. De ese tanto por ciento de afortunados autores publicados menos de la mitad llegaran a publicar una segunda novela.. Podrías pasarte entre uno y dos años esperando respuesta editorial. No te engañes, tener agente no cambia el dato. Entrar en una agencia es tan difícil como el mero hecho de publicar. Es muy posible que sin algún tipo de enchufe o mucha suerte jamás recibas respuesta editorial. “ Yo tengo talento” puedes pensar. Eso es maravilloso, pero en ese punto publicar es una lotería. Libros brillantes se descartan por motivos puramente comerciales y por la misma causa salen a papel ciertas obras que te hacen dudar de la cordura de algunos editores.
A veces los escritores son solo objetos de temporada para las editoriales, ellas hacen sus balances y deciden. Tus expectativas o lo que creas que tu obra se pueda merecer no se refleja en sus libros de cuentas.

CUIDADO CON LA COEDICIÓN: Es una solución, y puede ser una excelente carta de presentación para tu novela si eres un autor novel con ganas de darse a conocer. Pero mira con lupa con quien vas a coeditar. Algunas de estas empresas se dedican a aprovecharse vulgarmente de las ilusiones de autores incautos. Te sacarán la pasta, moverán el libro lo justo para amortizar su inversión y luego ahí te pudras. Igual que en una editorial normal pero encima perdiendo dinero.

Si vas a coeditar tienes que ser listo y saber cómo quieres mover tu obra. Es difícil si vas de nuevas y lo ves todo color de rosa, con eso cuentan ellos. Ya de paso mira el contrato mil veces. A veces firmar con esta gente es casi como firmar con sangre un contrato misterioso.

-Por el dinero: Pues directamente, olvídate de la coedición.
En cuanto al dinero, bueno si, es tentador. Los escritores que viven exclusivamente de eso son una minoría privilegiada. El resto tiene un empleo “de verdad” para pagar las facturas. Y escribir necesita mucho tiempo; horas que le robas a tu ocio, a tu familia, a veces hasta al sueño. Sarna con gusto no pica y por eso escribimos. Pero hablando fríamente y calculadora en mano…tal vez no te compense.

-Por la fama: En serio, si escribes por eso no estás en el país correcto. A menos que salgas en la tele anunciando pan de molde, te van a conocer en tu casa y, a lo sumo, un par de lectores apasionados. La parte buena es que podrás seguir bajando al super sin ir de incógnito. Lo de firmar autógrafos no es tan habitual como pueda parecer.

-Quiero ligar: Si, los escritores son famosos por su desenfrenada vida de sexo y glamour…en mi imaginación al menos. Bueno, si consigues ser un crack y ganar mucha pasta seguro que triunfas entre el sexo contrario (o en el propio, o en los dos). Sino, tampoco hace falta que escribas nada, pon pose de intelectual y échale cara. A veces funciona y el polvete no te lo quita nadie. Eso sí, no uses esta técnica en la discoteca de ningún polígono industrial. Y ponte colonia.

En fin, como veis acabo de terminar una novela que se ha llevado una parte importante de mi tiempo y mis energías. Y tal vez esta novela nunca llegue a nada. Tal vez llegue y sea lo flor de un día y es muy posible que no me saque de pobre .Si vas a escribir, hazlo porque tienes algo que contar, hazlo porque deseas hacerlo y disfruta cada palabras que dejes en la página. Hazlo por ti. Lo demás llegará si tiene que llegar, y si no llega, nadie podrá quitarte la satisfacción de la experiencia.